Los restos óseos de dos difuntos estaban expuestos al sol sobre la
terraza de un panteón en el cementerio Capiatá en plena tarde del día de
las ánimas. Cualquiera pensaría que estas ánimas aprovecharon su día
"para salir a tomar sol" en la calurosa tarde de este 2 de noviembre. El
curioso y la vez preocupante hecho, sin embargo, pasó desapercibido a
muchos de los cientos de visitantes que pasaron por el cementerio en
esta jornada, pues los esqueletos estaban en lo alto de una terraza y
casi no se percibía desde el suelo.
Este periodista se encontró con la sorpresa
cuando también fue a cumplir con la tradicional visita a los familiares
difuntos en este día de las ánimas. Ya era de tardecita, el sol ya
empezaba a esconderse, y la presencia de gente en el cementerio ya era
escasa.
Un
niño se me acerca y me palmotea diciendo "señor, señor, allá arriba hay
un esqueleto". Por de pronto pensé que se trataba de una broma, pero al
asomar la vista pude observar que efectivamente restos óseos aún
brillaban ante los ya escasos rayos del sol en la terraza de un
panteón.
Trepando un montículo pude tener una mejor
visión y pude observar dos cráneos con el esqueleto casi completo.
Detrás de este panteón se podía observar a otros visitantes del
cementerio que ni se daban cuenta de la presencia de las calaveras en la
terraza del panteón que tenían detrás. Según pude constatar el panteón
en cuestión, que según una inscripción pertenece a la familia Adorno
Acuña, también había tenido visitas durante el día, pero aparentemente
estos familiares tampoco habían advertido la situación.
El
caso se presenta, por que las calaveras siguen allí, en el cementerio
más nuevo, en el Portón 4, que es el camposanto pegado al cementerio
coreano.
A
juzgar por el estado que presenta los esqueletos, los restos ya
llevarían allí varios días, incluso ya habrían soportado las últimas
lluvias, por lo que a prima facie se descarta que las calaveras habrían
llegado allí como posible consecuencia de algún rito satánico vinculado
con el Halloween o Noche de Brujas del día 31 de Octubre.
Según
pudo indagar Capiatá Digital las sospechas apuntan a los comerciantes
de cadáveres. El objetivo sería exponer los restos al sol para lograr su
secado completo y posteriormente concretar su venta, especialmente a
estudiantes de medicina.
Según
fuentes confiables a la que accedió nuestra página esto sería una
práctica reiterada en el cementerio de Capiatá, e incluso las sospechas
apuntan a los mismos encargados del cementerio que presuntamente
estarían traficando con los cadáveres.
Sumado
al curioso, tétrico y a la vez preocupante caso, también pudimos
constatar, una vez más, que el camposanto municipal capiateño sigue en
pésimas condiciones con basuras por doquier, no cuenta con basureros y
la gente ante la situación amontona sus basuras en cualquier parte. Los
pasillos son intransitables, no hay prácticamente camineros. Para las
personas enfermas o edad resulta toda una odisea transitar por el
camposanto, por que sus pasillos están desnivelados con piedras sueltas
por todos lados.
Milciades López Vallejos
info@capiatadigital.com
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