Cuando todo parecía fácil y que estar en las finales de San Ignacio era solo cuestión de tiempo, el eliminado Ypacaraí jugo el partido de su vida, cual final de campeonato ante Capiatá, y lo ganó por 4 - 2 en un duro partido.
Ypacaraí se vio favorecido también, especialmente en el primer tiempo, por el quinteto inicial presentado por Capiatá y el planteamiento realizado.
Según el técnico, se estaba resguardando a algunos jugadores para el segundo tiempo. Capiatá fue al descanso con el 1 - 0 en contra.
Apenas arrancó el segundo tiempo Ypacaraí aumentó el tanteador. Capiatá puso garra pero no se llegaba al gol.
Posteriormente dos sucesivas equivocaciones de Capiatá marcaría el partido a favor de los locales. Ingresó Victor González, uno de los baluartes del equipo en juegos anteriores, pero esta vez, en vez de contribuir con el equipo, contribuyó para que Ypacaraí aumente el marcador. González, siendo último hombre, se engolosinó innecesariamente con el balón, cuando lo entregó para que el jugador local defina solo ante Román Arévalos.