Los restos óseos de dos difuntos estaban expuestos al sol sobre la
terraza de un panteón en el cementerio Capiatá en plena tarde del día de
las ánimas. Cualquiera pensaría que estas ánimas aprovecharon su día
"para salir a tomar sol" en la calurosa tarde de este 2 de noviembre. El
curioso y la vez preocupante hecho, sin embargo, pasó desapercibido a
muchos de los cientos de visitantes que pasaron por el cementerio en
esta jornada, pues los esqueletos estaban en lo alto de una terraza y
casi no se percibía desde el suelo.
Este periodista se encontró con la sorpresa
cuando también fue a cumplir con la tradicional visita a los familiares
difuntos en este día de las ánimas. Ya era de tardecita, el sol ya
empezaba a esconderse, y la presencia de gente en el cementerio ya era
escasa.
Un
niño se me acerca y me palmotea diciendo "señor, señor, allá arriba hay
un esqueleto". Por de pronto pensé que se trataba de una broma, pero al
asomar la vista pude observar que efectivamente restos óseos aún
brillaban ante los ya escasos rayos del sol en la terraza de un
panteón.