La joven pudo tomar una fotografía a la unidad de transporte donde sufrió el maltrato. |
Una joven de 22 años denunció al chofer de una unidad de transporte público afirmando que fue maltratada verbalmente. El hecho ocurrió en la mañana del lunes 6 de octubre, poco después de que la mujer subiera al bus.
Ayelen Benítez es una joven de 22 años que diariamente utiliza el servicio de transporte público de pasajeros. La misma reside en el centro de la ciudad de San Lorenzo y cada día espera algún bus que la traslade hasta el centro de Asunción.
El lunes 6 de octubre, cerca de las 6.30 y luego de esperar entre 20 minutos a media hora, sube a la unidad 101 de la Línea 27. Como es usual en hora pico, el bus iba repleto. La joven sube, paga su pasaje y cruza el molinete.
Poco después se sintió mal y ante tantas personas sintió que se sofocaba, por lo que debió cruzar por debajo del molinete para acomodarse hacia adelante, cerca del chofer, para tener algo de ventilación y tratar de recuperarse.
El conductor de inmediato le preguntó dónde se iba a bajar. "Le pase el pasaje y crucé el molinete pero como me sentía mal pase debajo de vuelta hacia adelante. El colectivo estaba repleto por eso le expliqué al chofer que me sentía mal y que me iba quedar ahí", relató la joven a ÚH.COM.
La respuesta del chofer fue la peor, le recriminó que no podía estar ahí y que vuelva detrás del molinete, y que si se sentía mal que se baje directamente del bus. La mujer no le hizo caso y siguió quedándose en el lugar, por lo que el hombre continuó recriminándola y exigiéndole que se baje. "Me hacía gestos de que para qué luego me subí y me repetía 'eguejy upeicharo'", contó Ayelen.
La joven no aguantó y se puso a llorar frente a todos, ante tanta impotencia porque sentía que no tenía por qué bajarse.
"Por suerte un señor muy amable me dio su asiento porque vio lo que pasaba y que me sentía mal, pero el chofer se seguía plagueando por lo sucedido, y lastimosamente esta es una experiencia de todos los días, es un día a día de todos los paraguayos", lamentó Ayelen.
La joven compartió su desagradable experiencia a través de las redes sociales y expresó su repudio al servicio que ofrecen los empresarios del transporte público.
"¿Hasta cuándo tenemos que lidiar con estos chatarreros?¿Hasta cuándo los chantajes y los abusos de empresarios que hacen sus fortunas a costa del pasaje día a día del paraguayito que se rompe el lomo laburando para llevar el pan de cada día a su hogar? Estos empresarios ganan millones y millones y no son capaces de poner buses en condiciones para los usuarios del transporte público", aseveró en su cuenta de Facebook.
Ayelén dijo estar a favor de las iniciativas renovar flotas para mejorar algo el servicio y señaló que espera que las cosas mejoren con la implementación del Metrobás pero a la vez afirmó que ve casi como una utopía que en poco tiempo cambie la situación del transporte.
El lunes 6 de octubre, cerca de las 6.30 y luego de esperar entre 20 minutos a media hora, sube a la unidad 101 de la Línea 27. Como es usual en hora pico, el bus iba repleto. La joven sube, paga su pasaje y cruza el molinete.
Poco después se sintió mal y ante tantas personas sintió que se sofocaba, por lo que debió cruzar por debajo del molinete para acomodarse hacia adelante, cerca del chofer, para tener algo de ventilación y tratar de recuperarse.
El conductor de inmediato le preguntó dónde se iba a bajar. "Le pase el pasaje y crucé el molinete pero como me sentía mal pase debajo de vuelta hacia adelante. El colectivo estaba repleto por eso le expliqué al chofer que me sentía mal y que me iba quedar ahí", relató la joven a ÚH.COM.
La respuesta del chofer fue la peor, le recriminó que no podía estar ahí y que vuelva detrás del molinete, y que si se sentía mal que se baje directamente del bus. La mujer no le hizo caso y siguió quedándose en el lugar, por lo que el hombre continuó recriminándola y exigiéndole que se baje. "Me hacía gestos de que para qué luego me subí y me repetía 'eguejy upeicharo'", contó Ayelen.
La joven no aguantó y se puso a llorar frente a todos, ante tanta impotencia porque sentía que no tenía por qué bajarse.
"Por suerte un señor muy amable me dio su asiento porque vio lo que pasaba y que me sentía mal, pero el chofer se seguía plagueando por lo sucedido, y lastimosamente esta es una experiencia de todos los días, es un día a día de todos los paraguayos", lamentó Ayelen.
La joven compartió su desagradable experiencia a través de las redes sociales y expresó su repudio al servicio que ofrecen los empresarios del transporte público.
"¿Hasta cuándo tenemos que lidiar con estos chatarreros?¿Hasta cuándo los chantajes y los abusos de empresarios que hacen sus fortunas a costa del pasaje día a día del paraguayito que se rompe el lomo laburando para llevar el pan de cada día a su hogar? Estos empresarios ganan millones y millones y no son capaces de poner buses en condiciones para los usuarios del transporte público", aseveró en su cuenta de Facebook.
Ayelén dijo estar a favor de las iniciativas renovar flotas para mejorar algo el servicio y señaló que espera que las cosas mejoren con la implementación del Metrobás pero a la vez afirmó que ve casi como una utopía que en poco tiempo cambie la situación del transporte.
UH
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