Efectivos de la Brigada de la Policía de Central allanaron ayer el escondite de la gavilla dirigida por un “polibandi” ultimado el pasado sábado. Se trata de una bodega de la compañía Rojas Cañada de Capiatá. También capturaron a un sospechoso y confiscaron evidencias. Se cree que la banda está vinculada al mortal asalto perpetrado en una gasolinera de Ñemby.
El allanamiento dirigido por la asistente fiscal Rosario Amarilla se efectuó a las 11:40 de ayer en la bodega “La Familia”, situada sobre la calle Arroyo Capiatá de la mencionada compañía.
El negocio pertenece a Víctor Daniel Paredes Benítez (29), quien no se encontraba en el lugar cuando se materializó el procedimiento. Sin embargo, los efectivos policiales detuvieron a unas cuadras del sitio a Juan Silvestre Benítez (32), de nacionalidad argentina, cuando intentaba escapar en una furgoneta Toyota Regius blanca con placa BBF 120, según los datos de los intervinientes.
Tras enseñar la orden de allanamiento, los intervinientes procedieron a registrar el inmueble, donde encontraron evidencias vinculadas a la banda, como armas de fuego con cargadores y municiones, chalecos de Senacsa, aparatos celulares, 302.000 guaraníes en efectivo, cascos de seguridad, riñoneras, bolsos y carteras, todos de color oscuro.
Refugio
Fuentes investigativas revelaron que el suboficial 1º de Policía Ever Reinaldo Quiñónez Martínez, abatido el sábado último durante una persecución policial registrada después de que asaltara la carnicería “Toro Blanco” de Rojas Cañada, residía en la bodega allanada.
En el sitio los miembros de la gavilla organizaban sus reuniones para planear los golpes, explicaron los agentes.
Tras el fallido golpe, Casimiro Mélida Correa (27), otro de los integrantes del grupo criminal, fue reducido y capturado. La fiscalía, mientras tanto, emitió una orden de captura contra Paredes Benítez.
