La puerta del acelerador lineal del Instituto Nacional del Cáncer, que se usa en el tratamiento de personas que padecen la delicada enfermedad de cáncer, presenta problemas. Los técnicos tratan de bloquearla de manera manual para realizar el tratamiento de los pacientes.
La máquina no funcionó el lunes porque también presentó averías en su sistema electrónico y unos 70 enfermos no pudieron acceder al servicio, denunciaron funcionarios de la institución. El inconveniente se debe a la falta de mantenimiento correctivo del equipo instalado en el 2009 y que tuvo un costo de 800.000 dólares, según fuentes del nosocomio.
“Hoy (por ayer) está trabajando de nuevo porque fue reparado por funcionarios de mantenimiento del hospital, pero eso debe realizar personal especializado, por lo que en breve seguro va a presentar de nuevo problemas”, dijo un funcionario que solicitó el anonimato.
Los pacientes deben recibir entre 25 a 30 sesiones, como complemento del tratamiento para tratar de salvar sus vidas. “La cuestión es que 70 pacientes no pudieron realizar su terapia el lunes, y las autoridades del hospital quieren que se utilice el equipo a pesar de no contar con las mínimas condiciones para garantizar efectividad y seguridad”, resaltó.
El aparato venía sufriendo desperfectos y pese a ser alertado, el director general del Instituto, Dr. Héctor Dami, no hizo caso a las advertencias de los técnicos a cargo. Tal es así que los funcionarios deben cerrar de manera manual la puerta del equipo, que tiene un gran peso y requiere de mucho esfuerzo, de acuerdo a la denuncia.
La situación se viene agudizando desde que separaron del cargo de jefe de servicio de Radioterapia, al Dr. Gustavo Adolfo Guggiari, quien venía insistiendo sobre la falta de solución de fondo al problema del aparato. En su reemplazo fue puesto el Dr. Héctor Delgado, que según los funcionarios casi nunca asiste al hospital o, al menos en la zona de radioterapia.
Según la página en internet del Ministerio de Salud Pública, “la radioterapia es la especialidad que trata el cáncer”. Se calcula que dos tercios de los pacientes que padecen este mal necesitan radioterapia en algún momento de la evolución de su enfermedad, y es por esa razón que el funcionamiento del acelerador lineal es muy importante para los enfermos que acuden al referido nosocomio.
Entre el lunes y ayer intentamos hablar con el Dr. Dami, pero no atendió su celular. Dejamos mensajes explicándole el motivo de nuestro llamado, pero al cierre de esta edición seguía sin comunicarse.
“Hoy (por ayer) está trabajando de nuevo porque fue reparado por funcionarios de mantenimiento del hospital, pero eso debe realizar personal especializado, por lo que en breve seguro va a presentar de nuevo problemas”, dijo un funcionario que solicitó el anonimato.
Los pacientes deben recibir entre 25 a 30 sesiones, como complemento del tratamiento para tratar de salvar sus vidas. “La cuestión es que 70 pacientes no pudieron realizar su terapia el lunes, y las autoridades del hospital quieren que se utilice el equipo a pesar de no contar con las mínimas condiciones para garantizar efectividad y seguridad”, resaltó.
El aparato venía sufriendo desperfectos y pese a ser alertado, el director general del Instituto, Dr. Héctor Dami, no hizo caso a las advertencias de los técnicos a cargo. Tal es así que los funcionarios deben cerrar de manera manual la puerta del equipo, que tiene un gran peso y requiere de mucho esfuerzo, de acuerdo a la denuncia.
La situación se viene agudizando desde que separaron del cargo de jefe de servicio de Radioterapia, al Dr. Gustavo Adolfo Guggiari, quien venía insistiendo sobre la falta de solución de fondo al problema del aparato. En su reemplazo fue puesto el Dr. Héctor Delgado, que según los funcionarios casi nunca asiste al hospital o, al menos en la zona de radioterapia.
Según la página en internet del Ministerio de Salud Pública, “la radioterapia es la especialidad que trata el cáncer”. Se calcula que dos tercios de los pacientes que padecen este mal necesitan radioterapia en algún momento de la evolución de su enfermedad, y es por esa razón que el funcionamiento del acelerador lineal es muy importante para los enfermos que acuden al referido nosocomio.
Entre el lunes y ayer intentamos hablar con el Dr. Dami, pero no atendió su celular. Dejamos mensajes explicándole el motivo de nuestro llamado, pero al cierre de esta edición seguía sin comunicarse.
Antonia Delvalle
