Una multitud estimada en cerca de diez mil personas llenaron este domingo las plazas de la iglesia parroquial de Capiatá para participar de la misa del Domingo Ramos, que recuerda la entrada triunfal de Jesús en el templo de Jerusalén.
El Domingo de Ramos es una de las ceremonias más concurridas, por que tiene varias motivaciones, como la bendición de las palmas y las aclamaciones a Cristo, tal como ocurrió hace más de dos mil años.
Hoy la ceremonia comienza fuera del templo donde se bendicen las palmas. Este acontecimiento también se conoce como "el domingo de los contrastes" por que por la mañana Jesús era vitoreado, mientras que por la tarde los sumos sacerdotes pedían su muerte.
La misa en Capiatá, como en todo el mundo católico, en este día comienza en el lugar donde se bendicen las palmas. En la comunidad capiateña fue en la plaza del templo. Luego de la bendición la imagen de Jesucristo, montado en el burrito, recorrió en procesión por los alrededores del templo donde fue acompañada por las miles de personas. Posteriormente la imagen ingresó al templo donde nuevamente los feligreses lo recibieron agitando el "pindó karaí".
El cura párroco local José María Velasco dijo que en este día celebramos las dos caras del misterio pascual: la vida o el triunfo, mediante la procesión de ramos en honor al Cristo Rey, y la muerte o el fracaso, con la lectura de la pasión correspondiente a los evangelios.
El religioso señaló que el domingo de Ramos es la inauguración de la pascua,o paso de las tinieblas a la luz, de la humillación a la gloria, del pecado a la gracia y de la muerte a vida. " Pedimos también por una verdadera justicia en Capiatá. Que este Domingo de Ramos señale el camino del paso de las tenieblas a luz en nuestra comunidad, por que Capiatá necesita de una resurrección en varios ámbitos", remarcó el religioso.
Milciades López Vallejos
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