Horacio Cartes rindió ayer de mañana en Villa Hayes un homenaje al teniente 1º Mario Francisco Ávalos Cañete, fallecido el jueves de noche en el Hospital Militar de Asunción, 39 días después de que fuera baleado en la panza con un fusil FAL calibre 7.62.
El oficial militar fue herido en una emboscada del EPP en la localidad de Arroyito, distrito de Horqueta, el 8 de diciembre pasado, cuando también murió el sargento 1º César Antonio Fernández Carballo (29).
“Hoy, yo lo único que les pido, y lo digo con el mayor sentimiento, quiero que mi país recupere el patriotismo y que vuelva a ser la bandera paraguaya la que flamee en el corazón de todos los paraguayos”, declaró Cartes.
“Y ahí, mi orgullo son las Fuerzas Militares, porque si hay un lugar donde veo patriotismo, donde veo un compromiso con el país, es en las Fuerzas Militares. Muchas gracias por lo que dan al país mis queridas Fuerzas Militares”, expresó el Mandatario durante el acto en el que se rindió un minuto de silencio por la muerte del uniformado.
Ya en horas de la tarde, los restos del teniente Ávalos fueron sepultados en el cementerio de Capiatá.
El entierro incluso tuvo que ser adelantado, por expreso pedido de la familia.
El cuerpo del efectivo castrense fue velado desde el jueves de noche en el Comando de Ingeniería de Tacumbú, donde tampoco se permitió el acceso a la prensa.
Ávalos era integrante de las Tropas Especiales del Ejército, con base en Cerrito, Chaco, aunque estaba comisionado en la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Este es un grupo especial conformado por policías y militares, a partir de un decreto de Cartes, para combatir al EPP en la zona Norte del país.
El teniente era el oficial a cargo del grupo que irrumpió en el refugio de los terroristas y estaba en la primera fila cuando se inició el tiroteo en el que perdió la vida el sargento César Antonio Fernández, que fue enterrado en la ciudad de Villarrica
Ascenso póstumo y herederos
Fuentes de las Fuerzas Militares informaron ayer que la familia de Mario Francisco Ávalos Cañete recibirá una indemnización de G. 45 millones y que automáticamente se comenzará a gestionar el ascenso póstumo al grado de capitán, cuyo sueldo ronda los G. 4.145.000. Parte de este dinero deberá ser asignado a los herederos del uniformado caído en acto de servicio.
Al menos en la Policía, este tipo de diligencias suelen ser bastante burocráticas y lentas para las familias de los caídos.
Amplían imputación por el caso
Por otro lado, el fiscal antisecuestro Federico Delfino anunció ayer que con el fallecimiento del teniente Ávalos se va a ampliar la imputación contra los cinco integrantes del “Segundo Cuerpo” del EPP que perpetraron la emboscada en Arroyito.
Los hermanos Albino, Alfredo y Leticia Jara Larrea, además de Rudy Ruiz Sosa y Luciano Argüello, están procesados ahora por homicidio doloso, lesión grave con resultado de muerte, terrorismo y asociación terrorista.
abc
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