Capiatá despertó tras el accidente del 0 - 3 en contra ante River Plate y propinó una contundente goleada por 4 - 0 a Sportivo Luqueño en su propio estadio Feliciano Cáceres. El deportivo logró una gran diferencia en el marcador y lo más destacable es que lo consiguió jugando bien y no producto de una casualidad. Capiatá ahora se coloca en segundo lugar de la tabla con 14 puntos, detrás de Olimpia y Guaraní que comparten la primera ubicación con 19 unidades.
El partido
Capiatá comenzó mejor el juego, empezó a tener la pelota y a no dejar que Luqueño lo tenga. Un Luqueño que jugó con un equipo mixto, equipo a quien le costó tomarle el pulso al partido.
El juego tuvo algunas jugadas bruscas y el árbitro tuvo que cortar mostrando tarjetas amarillas, principalmente, a los de Capiatá. Cuando Luqueño trataba de crear posibilidades de gol gracias a los pies de Mendieta, vino el primero de Capiatá. Mario Saldívar quiso rechazar la pelota ante la presencia de un jugador rival pero su remate dio en el palo e ingreso en el arco local.
Luqueño no se recuperó en la primera mitad de este golpe y Capiatá aprovechó para alejarse en el marcador. Después de varias ocasiones perdidas, Roberto Gamarra anotó el segundo a los 39 minutos.
Dos minutos después, Salinas ejecutó mal un tiro de esquina y Capiatá aprovechó para el contragolpe, Gamarra habilitó a Gustavo Romero que dejó atrás a José Aquino y anotó el tercero para su equipo para que aumente el nerviosismo en Luque.
Enso Villamayor fue la apuesta de Eduardo Rivera para la segunda etapa con la idea de tratar de dar vuelta la historia, pero antes que Luqueño se acomode en la cancha, llegó el cuarto para el Deportivo Capiatá.
Fue a través de un contragolpe que tuvo a casi los mismos protagonistas del tercer gol, Roberto Gamarra cedió la pelota a Gustavo Romero que marcó el cuarto.
El equipo capiateño le dio el balón a Luqueño que no supo que hacer con ella. Cada ataque del local no tenía mucha consistencia y los defensores de Capiatá salían de manera rápida generando contragolpes que pudieron ser fatales para Luqueño.
