Depor sigue haciendo Historia. |
En la ciudad de Curitiba y ante una impresionante multitud, el Atlético Paranaense recibió al Deportivo Capiatá. Literalmente el onceno escobero dejó la vida en la cancha y pese a un visible arbitraje localista, el auriazul trae para casa un empate 3-3 que sirve y mucho. Por momentos al rubro-negro le temblaron las piernas.
Con mucho amor propio Capiatá arrancó la disputa con un planteamiento interesante. Marcó bien y probó sorprender saliendo rápido hacia adelante en respuesta a los débiles ataques del cuadro local. El equipo se veía concentrado aunque sin lograr nada concreto en ataque.
Sin embargo sobre los 19' una desconexión de Ramón Ortigoza derivó en una falta totalmente innecesaria al borde del área auriazul. La jugada, casi un penal con barrera, proponía peligro inminente para el arco defendido por Bernardo Medina quien pese a una brillante intervención antes del primer minuto, no sabía de muchos apuros.De cobrar la sanción del árbitro Daniel Fedorczuk se encargó un tal Felipe Gedoz, dueño de todas las pelotas paradas del Paranaense. El delantero de 23 años buscó el palo del arquero paraguayo, pero el balón se desvió en Alexis González ubicado en la muralla humana e infló la red. La torcida rubronegra estalló en júbilo con el tanto de apertura.
No obstante sobre el césped sintético la propuesta de los dirigidos por Paulo Autuori se veía muy limitada y finalmente a los 43' hizo aguas. Una brillante salida colectiva, de pizarra, de encuentro entre experiencia y juventud practicada por el cuadro paraguayo acalló el estadio Arena da Baixada.
Bien abierto por la izquierda Julio Irrazábal se hizo camino, el volante vio a Bonet entrar por derecha y mandó un centro de cortada. El capitán Carlos bajó el esférico al área y atropellando Gustavo Noguera la mandó a guardar. Cereza para la torta y a festejar.
Gran mérito de Capiatá para nivelar el primer tiempo que a la llegada del gol suyo ya había avisado con un remate de Irrazábal, el mejor jugador de la fecha, y quien dejó vibrando el travesaño de Weverton (40').
COMPLEMENTARIA. En la segunda parte el partido se planteó diferente. La intensidad subió, y a los 53' Capiatá repitió la fórmula. Esta vez desde una pelota parada y zas: la visita sorprendía dando vuelta el marcador. Néstor González fue el autor de la segunda diana y con ello se empezaba a vestir de héroe. Otra vez todo empezaba en los pies del buen Julio.
Igual y como todo partido de Copa acostumbra no todo pudo ser alegría para los de la ciudad de los Mitos y Leyendas. La cuestión se complicó minutos después de la anotación de González.
Otra vez un error infantil en la defensa los dejó a tiro de empate. Jorge Paredes, metido en el área, puso una mano en la trayectoria de un remate rival de media distancia y el sopla pitos uruguayo no dudó. Penal para Paranaense y cartón amarillo para el defensor.