Un oficial de justicia acompañado por efectivos policiales siquiera dieron tiempo a ña Ninfa que despertara del asombro cuando inmediatamente ya procedieron a sacar todas sus cosas a la calle. Lo más triste y penoso en esta historia es que la humilde mujer fue desalojada de su vivienda por su propia hija.
Una comitiva policial - judicial se contituyó esta mañana hasta la vivienda de Ña Ninfa, ubicada en 12 de Octubre entre Martín Ledesma y 1ro de Marzo (frente a la ex Radio Universal) para intimar a su propietaria a que en el acto haga abandono del inmueble individualizado como Finca N° 43.506 de la Ciudad de Capiatá, barrio San Francisco.
El mandamiento era consecuencia y derivación de un Juicio de Desalojo entablada por la propia hija de la mujer de nombre Liz Maribel Talavera de Villalba.
Ña Ninfa habitada la vivienda desde hace mucho tiempo atrás con otro de sus hijos de nombre Humberto Ariel Adorno Adorno.
La afectada dijo a Capiatá Digital de que la casa de donde fueron echados hoy fue su casa de toda la vida. "Esta es mi casa, la casa de la familia, que edificamos con mi marido ya fallecido, toda la vecindad sabe eso", señaló.
Ña Ninfa agregó que cuando se casó su hija Liz le dio esa vivienda para que vivan allí con su marido hasta que se posicionen y posteriormente tengan su propia casa. "Yo para apoyar a mi hija y a su marido le cedí nuestra casa para el nuevo matrimonio, mientras yo me mande mudar en otra vivienda. Posteriormente le salió un trabajo en Italia y tuvo que viajar. En vista de que la casa iba a quedar libre volvimos en ella para habitarla como corresponde, y de eso ya pasó mucho tiempo", remarcó.
Visiblemente golpeada y shokeada por la situación dijo que jamás se imaginó que iba a ser desalojada de su casa por parte de su propia hija Liz.
Por su lado, Humberto Ariel Adorno, el hijo de ña Ninfa y que vivía con ella, señaló que hace algunos años en una de las últimas visitas de su hermana Liz con su familia a la casa de su mamá, una de las hijas de Liz le había pedido la casa a su mamá. "El pedido de la hija de mi hermana, o sea de mi sobrina nos sorprendió en ese momento, pero todo quedó allí, no lo tomamos tan en serio, nunca ni nos imaginamos que la intención iba ser real", indicó.
Ariel dijo que por lo visto desde ese momento empezaron a maquinar la forma de privarles de la casa. " Había sido mi hermana averiguó y nuestra casa no tenía título, como la mayoría de las casas de antes. Entonces ella se puso en campaña para titular la casa, contrató gestores y abogados, que no faltan cuando tenes un poco de recurso, hizo sus contactos en la municipalidad, y finalmente logró su objetivo de titular a su nombre la casa familiar", enfatizó.
El afectado dijo además que a partir de ahí rápidamente iniciaron un juicio de desalojo. "Por lo visto todo corría rápido y sin que poco o nada pudiéramos hacer nosotros, mi mamá enferma y todo luchando diariamente en su puestito de venta de sopas y butifarras, y yo sin un trabajo ni ingreso seguro, tampoco estábamos capacitados de enfrentar la situación", señaló.
Ariel dijo también a pesar de toda la situación presentada, tanto él como su mamá hasta lo último no querían creer que su propio familiar directo iba a ser capaz de echar a su propia mamá de su casa. "No podemos creer todo lo que pasó, si bien mi sobrina y mi hermana ya habían insinuado que abandonaramos la casa, jamás pensamos que una persona, una hija en este caso, sería capaz de tanto, o sea de hasta echar a su propia madre de su casa. Mi mamá está muy apenada y dolida por todo, ya está enferma y no se como podrá sobrellevar esta situación, remarcó.
El mandamiento de desalojo fue dado, firmado y sellado por la jueza de primera Instancia en lo Civil , Comercial y Laboral del segundo turno Blanca Ortega de la ciudad de Capiatá.
fuente. www.capiatadigital.com
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