- Se jubiló hace 43 años, pero se rehusó a abandonar la docencia en Capiatá
Cuando uno ama lo que hace, nunca quiere dejarlo. Ser docente es más que una profesión, una vocación. Un conjunto de cosas, en que no solo es necesario amar la enseñanza, sino también amar los principios, las buenas costumbres, querer un país mejor y luchar por eso.
La licenciada María López de Zárate es un fiel ejemplo de ello, pues a sus 86 años sigue siendo directora en una institución educativa. Docentes del colegio que ella fundó contaron anécdotas de cuando ellos eran aún sus alumnos y aseguraron que, conforme van pasando los años, la ven más fuerte que nunca.
La profe María se jubiló hace 43 años, cuando estaba enseñando en dos conocidos colegios nacionales de Capiatá, pero se rehusó a abandonar la docencia. Ella vio que los colegios no abastecían y ya no podían recibir a tantos alumnos, motivo por el cual decidió fundar el colegio privado subvencionado “María Auxiliadora”, de Capiatá. Desde ese entonces, ella se desempeña como directora de esa institución.
Aunque ella ya no se mete a las aulas a enseñar, cuando es necesario igualmente lo hace, pero nunca dejó de corregir exámenes, controlar todos los planeamientos docentes, ere eréa. “Por amor a la educación sigo enseñando. Ya no estoy en aula, pero estoy desempeñando todos los días el papel de directora. Yo vi la necesidad de una nueva institución, por eso decidí abrir esta y mientras pueda voy a seguir al frente”, comentó con una dulce voz la dire.
“ELLOS ME SOSTIENEN”
Hace poco nomás, la profe María estuvo con dengue, pero de tan fuerte que ella es, rápido se recuperó. Comentó que el secreto para mantenerse tan sana como ella está es la alimentación que recibía de cuando era niña.
“Me sostiene ver esa alegría y agradecimiento de mis exalumnos. Los padres que fueron alumnos les vuelven a traer a sus hijos acá”, dijo. “Muchos alumnos que me dieron dolores de cabeza hoy son grandes hombres y profesionales”, finalizó.
La docente María tiene aproximadamente 60 años de trayectoria en la docencia.
“Ña María era palabra mayor”
Nilda de Zárate, coordinadora del Tercer Ciclo y nuera de la profe María, contó que ella fue una de sus alumnas. “En mi época como estudiante, ña María era palabra mayor, pues los padres le autorizaban a mantener su disciplina acorde a lo que ella quería. Como ejemplos citó las exigencias del uniforme, la prohibición de accesorios, maquillaje, aspectos que se siguen cuidando hasta ahora.
“Cuando nos portábamos mal nos llamaba la atención y nos castigaba, nos teníamos que ir a la esquina, teníamos que rezar, volver a formar la fila, cantábamos solos si llegábamos tarde…”, contó.
“Fue mi directora siempre y sigue”
Licenciada Mirian Mongelós también fue alumna de la institución y hoy es docente en la misma casa de estudios. “Yo soy de la promoción 1980, en aquel tiempo la primera promoción de bachilleres”, empezó contando. Recordó que fue su directora en la educación primaria y secundaria. “Era y sigue siendo excelente, es incomparable la disciplina que ella nos daba. Un día salimos con mis compañeras a merendar en un kiosco, cerca de la iglesia, y justo cuando nos sentamos ella iba llegando. Con su sola presencia yo corrí y entré a un baño y de ahí no salí más”, contó entre risas la docente.
cronica.com.py
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