En tan solo cuatro meses, 12.200 personas fueron atendidas por cuadros de dengue clásico y hemorrágico en el hospital distrital de Capiatá. Cinco de ellas fallecieron por causas de la epidemia. En esta ciudad, en el año 2012 solamente fueron atendidas 2.221 personas por la misma enfermedad.
El rebrote de esta epidemia se inició en el casco urbano y luego se extendió a los barrios y compañías, desde donde a diario se trasladaban los pacientes para ser asistidos por los profesionales médicos. Hasta cuatrocientas personas por día llegaron a concurrir en los primeros tres meses, pero luego esto fue disminuyendo y hoy día la cifra llega a los treinta y cinco pacientes que presentan los síntomas de la enfermedad.
El laboratorio de la institución pública, en los meses críticos no paraba de trabajar, y a más de once mil personas se les realizó el estudio de la sangre con resultado positivo. Otros pacientes llegaban con sus resultados hechos en laboratorios particulares, pero con el mismo diagnóstico.
El director médico, Cristhian Olmedo Doldán, explicó que tuvieron que extremar recursos para poder asistir a los pacientes en la medida de las posibilidades. Los más graves y que requerían de terapia intensiva fueron derivados a otros centros hospitalarios, entre ellos el Nacional de Itauguá.
El hospital distrital capiateño no cuenta con una unidad de terapia intensiva, por lo que se debe recurrir indefectiblemente a otros centros asistenciales para una mejor atención si los casos se agravan.
Durante el tiempo en que esta epidemia del dengue azotó a Capiatá, los médicos redoblaron esfuerzos para brindar la atención.
También hubo muchas quejas por parte de los familiares de pacientes, quienes exigían una pronta asistencia de sus parientes. Para el director médico esta actitud es normal, porque dijo que todos quieren que sus allegados sean atendidos en la brevedad.
El hospital cuenta con quinientos treinta funcionarios, incluyendo a los oficinistas y encargados de las fichas de los pacientes. En los meses críticos nadie pudo gozar de sus vacaciones. Ahora que la calma retorna, lentamente comienza a salir por parte el personal médico. Sin embargo, están atentos ante cualquier llamada que puedan tener, según se informó.
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