Desde tempranas horas el público capiateño se instaló en la plaza aguardando el desfile y show de los consagrados artistas. La noche del espectáculo se abrió con el baile presentado por el Ballet de la Cooperativa Capiatá. Inmediatamente aparecieron en escena los artistas capiateños Dario Rojas e Isabel Vera, quienes con la canción Capiatá saludaron a los presentes abriendo magnificamente la noche festivalera.
Los decibéles y la efervescencia aumentaron cuando fueron presentados en escena a Roberto Gómez y Albertito Benítez, artistas capiateños sobrevivientes del naufragio del crucero Costa Concordia en Italia. Con alegres ritmos al son del arpa y la guitarra despertaron el entusiasmo de la multitud.
El ambiente ya estaba creado cuando fue llamado Francisco Russo. La mayoría del público desconocía a Russo, Sin embargo, este artista saludó y dijo Capiatá aqui estoy con las consagradas canciones de Emiliano R.Fernández. Con su estilo único y acompañado solamente de su guitarra, solo necesitó segundos para "meter al público en el bolsillo", como suele decirse en la jerga popular.
Con su potente voz y la forma única de interpretar los éxitos de Emiliano contagió al público que empezó a corear con él las canciones.
El festival siguió su curso con el Grupo Generación de Villarrica, agrupación muy conocida por los capiateños por las ya varias presentaciones en la comunidad. Calidad, profesionalismo y muy buen repertorio del grupo villariqueño para el regalo patronal.
LLegó el turno del ruiseñor del requinto, Juan Cancio Barreto. Con su acostumbrado estilo y permanente sonrisa llenó la noche con hermosas melodias. Las interpretaciones de Juan Cancio fueron muy celebradas por la concurrencia.
A las 00:00 una ruidosa y extensa descarga de fuegos artificiales iluminó el cielo capiateño saludando el día de la Santa Patrona y la conmemoración de los 372 años de fundación de la ciudad.
La noche no podría tener un corolario mejor y para la serenata fue convocado el Grupo Los Ojeda. De canciones románticas, el grupo se paseo por diversos estilos y ritmos que simplemente deliraron a la multitud. Polkas paraguayas, música brasilera, ritmos sertanejos hasta la famosa cumbia inundaron el recinto. El ritmo contagiante hizo que la gente se levante de sus asientos para dar rienda suelta al baile en una noche de alegría, color y bullicio total. como únicamente se disfruta y comparte cada año junto a la festividad de la Virgen de la Candelaria, patrona de todos los capiateños.
Milciades López Vallejos
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