“Vía crucis” de los pacientes del Instituto Nacional del Cáncer
Familiares de los pacientes del Instituto Nacional del Cáncer, ubicado entre Areguá y Capiatá, denunciaron falta de médicos y la escasez de medicamentos en el nosocomio. Lejos de la promesa de mejorar las condiciones de tratamiento de los enfermos hecha por el presidente Fernando Lugo, a diario sufren un “vía crucis”, según relataron.
Familiares de los enfermos que realizan su tratamiento en el Instituto Nacional del Cáncer aseguraron que deben extremar esfuerzos para conseguir las drogas que calman el padecimiento de los pacientes. También deben madrugar y aguardar por horas para no perder las sesiones de quimioterapia ante la escasa cantidad de profesionales médicos en el nosocomio y la falta de insumos.
Ramona Báez, oriunda de Quyquyhó, Paraguarí, dijo que deben esperar por horas para que atiendan a sus pacientes. Agregó que aguardan en el pasillo, todos apretados, con el calor sofocante. “Cuando por fin nos atienden, nos dan una larga lista de medicamentos, pero en la farmacia te encontrás que solo tienen suero. Las demás drogas tenemos que comprar para que nuestros pacientes no sufran”, expresó.
Los pacientes aseguraron que el nosocomio no cuenta con drogas para calmar el dolor de los que son sometidos a largas sesiones de quimioterapia. Además, desde hace dos semanas no se realizan mamografía, estudios de rayos X y de biopsia debido a la falta de mantenimiento de las maquinarias y computadoras del laboratorio, indicaron.
Algunos manifestaron que el discurso de la ministra de Salud, Esperanza Martínez, sobre la supuesta gratuidad de los servicios de salud pública, genera falsas expectativas en los pacientes.
También recordaron la promesa hecha por el presidente de la República, Fernando Lugo, en agosto de 2010, después de someterse a la primera quimioterapia. En aquella ocasión asumió el compromiso de prestar especial atención para que los enfermos de cáncer tengan un tratamiento de calidad en nuestro país. Nada cumplió, cada vez estamos peor, coincidieron en señalar.
“El Ministerio de Salud solo presupuesta los insumos necesarios para unos 400 pacientes anualmente, pero nosotros recibimos más de 700 personas. Por eso nunca damos abasto con toda la demandas”, dijo un médico que prefirió el anonimato por temor a represalias.
El galeno confirmó que el 50% de los médicos, sicólogos y enfermeros están de vacaciones hasta febrero.
Por otro lado, la falta de ventiladores y acondicionados de aire en las salas de espera y de internación obliga a los enfermos a salir en los pasillos en busca de un ambiente aireado. Muchos pacientes se sientan por horas en los incómodos bancos, con sus sueros a cuestas.
abcdigital
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