Lugo prometió mejorar atención a enfermos de cáncer y no cumplió
El presidente de la República, Fernando Lugo, se comprometió a mejorar las instalaciones del Instituto Nacional del Cáncer, pero no cumplió. Mientras, la situación de los pacientes se agudiza ante la falta de medicamentos y por las vacaciones del 50 por ciento de los profesionales.
El presidente de la República, Fernando Lugo, después de habérsele diagnosticado cáncer maligno linfático, se comprometió con instalar en el país la mayor cantidad de medios para que la lucha contra esta dura enfermedad sea más llevadera y esperanzadora. Sin embargo, ya ha pasado casi un año de aquella promesa y hasta el momento no se ve cambio alguno.
El 4 de febrero de 2010, en el marco del Día Mundial contra el Cáncer, el Jefe de Estado firmó un compromiso “para instalar en el país más medios para el tratamiento”, pero basta con recorrer las instalaciones del Instituto del Cáncer de esta localidad para darse cuenta de la humillación a la que son sometidos los pacientes oncológicos. Los enfermos y sus familiares deben madrugar y aguardar por horas para ser atendidos, y a pesar de la gratuidad de los servicios de salud, deben comprar medicamentos e insumos que el Ministerio de Salud, a cargo de Esperanza Martínez, tampoco provee.
El nosocomio no cuenta con una sala de espera climatizada, por lo que los pacientes y sus familiares deben aguantar largas horas en un reducido pasillo, hacinados y parados hasta ser atendidos.
“En el verano nos morimos de calor y en el invierno temblamos de frío acá en la intemperie. Mientras Lugo está con su aire acondicionado, a nosotros nos dejan sin recursos”, dijo Teodolina Salinas, oriunda del distrito de La Colmena, departamento de Paraguarí.
Además de la falta de medicamentos, la ausencia de médicos, la avería de las computadoras y máquinas de estudios, las personas se quejaron de la condición lamentable de los sanitarios y los pasillos. Estos presentan un pésimo estado de abandono.
Lo más dramático en esta época del verano es la falta de ventiladores y aparatos de acondicionadores de aire en las salas de espera y de internación. La carencia obliga a los enfermos a salir a los pasillos en busca de aire fresco.
Al respecto, el director de la institución, doctor Héctor Dami Canisá, manifestó que se está realizando el mejoramiento de la institución. Señaló que están reparando los sanitarios, las paredes y el piso del nosocomio, dentro de las posibilidades.
Por otro lado, negó la falta de remedios. “El banco de medicamentos está en pleno funcionamiento y las maquinarias funcionan a la perfección”, argumentó.
abcdigital
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