El festejo aniversario de la Asociación de Jinetes Capiateños tuvo un desenlace trágico cuando uno de los jinetes participantes de la fiesta ecuestre perdió el equilibrio y se desplomó al suelo juntamente con el animal que lo aplastó causándole la muerte casi de manera instantánea. El fallecido festejaba el día de su cumpleaños cuando sufrió el accidente y perdió la vida. FOTO: Imagen ilustrativa de archivo.
La jineteada por el festejo aniversario de la Asociación de Jinetes Capiateños se desarrollaba este domingo con la participación de muchos jinetes y público en la ciclovía de Capiatá, cuando poco después de las 18:00 se produjo la tragedia.
La jornada transcurría con mucha alegría y al son de contagiantes ritmos a cargo de las tradicionales banditas cuando los gritos y la desesperación cortaron el bullicio y de la fiesta se pasó a la tragedia y confusión tras producirse el terrible y fatal accidente.
Resultó victima fatal Gilberto Bernal, un comerciante capiateño, perteneciente a la agrupación ginetera Rincón de los Amigos del KM 18. Bernal estaba montado en su caballo cuando, por razones hasta ahora desconocidas, el animal se asustó parándose abruptamente por las dos patas, tipo "saludo protocolar" en la jerga jinetera.
Según algunos presentes en el lugar, Bernal no soltó la rienda produciéndose la violenta caída del jinete y el animal. El caballo aplastó al jinete entre la nuca y la cabeza y cuando el equino desesperadamente intentaba levantarse, de nuevo aplicó varias patadas y prácticamente zapateó sobre las extremidades superiores de la víctima.
La víctima sufrió serias lesiones en la cabeza y a la altura de la nuca y falleció minutos después del accidente.
El infortunado jinete formaba parte de la agrupación jinetera el Rincón de los Amigos del Km 18 de Capiatá y estaba de cumpleaños por lo que se sumó con sus colegas al festejo aniversario de la Asociación de Jinetes Capiateños para festejar a su vez el día de su cumpleaños.
Bernal residía en el Km 23 de la Ruta 2 y se dedicaba a la venta de frenos, a través del local comercial el Freno 1, que era de su propiedad; además se desempeñaba como gerente en la firma Fercap. La trágica muerte del jinete causó consternación y mucho pesar en el ambiente jinetero y comercial de Capiatá.