En vísperas del Bicentenario surgen ideas como las de modificar los  escudos del pabellón nacional.  Los símbolos patrios son sagrados y  llegaron hasta nosotros con toda su carga simbólica y mística legada por  los antepasados.  ¿Por qué la estrella tiene  cinco puntas y no seis?  ¿Por qué el león debe mirar a la diestra del escudo y no a la siniestra? Las  respuestas están en la heráldica, una ciencia originada en Europa en la  Edad Media. Martín Vallejos Cuevas, jefe de la Sección Heráldica de la  Dirección de Comunicación Social de las Fuerzas Militares, lleva 20 años  describiendo y estudiando los escudos de armas dentro de la  institución.      Artista plástico, se especializó en esta  enigmática ciencia  auxiliar de la historia con Harold Ronnebeck, su  antecesor en el cargo.    Vallejos hizo un minucioso estudio de  los escudos nacionales desde el punto de vista de la heráldica. El  trabajo rescata los escudos nacionales tal como lo interpretó y aprobó  el Congreso Nacional de 1842, se transmitieron de generación a  generación  y han llegado hasta nuestros días por imperio de la  Constitución Nacional de 1992.
¿Dónde nacen nuestros escudos? El  Congreso Nacional de 1842 describe por primera vez los escudos  nacionales, aunque en una forma tal que no está expresada completamente  ni dice los colores. Entonces allí entra a funcionar la heráldica de  describir lo que no se encuentra dentro de la Resolución de 1842 dándole  los colores y terminaciones. Eso  ayuda a interpretar los símbolos  patrios, explica Vallejos.    
Los escudos nacionales, al igual  que la bandera –agrega–, tuvieron un proceso de adaptación a las  diversas situaciones creadas al pueblo nativo por los hechos históricos  que formaron su evolución política a través del tiempo.  “Lamentablemente, existen pocos documentos en lo referente a nuestros  escudos nacionales, sin referirse a ningún dibujo patrón, siendo esta la  causa de una sucesión incontable de versiones”.    
En la gran  mayoría, los datos que sirven de partida para el estudio de las formas y  contenidos emblemáticos son los que se obtienen de sellos que aparecen  en documentos oficiales, impresiones, papeles, escritos hechos por  testigos calificados que presenciaron los sucesos acontecidos en la  época y el uso que se dio a los mismos, álbumes gráficos y de las  relaciones escritas en presencia del suceso, es decir, la lógica  histórica.
Nace la República
En el  Congreso General reunido el 30 de setiembre y días subsiguientes de  1813, don Mariano Antonio Molas completa su procera obra de la  Independencia del Paraguay con el cambio de nombre de “Provincia del  Paraguay” por el de “República del Paraguay”, que fue la declaración  categórica de la Independencia Nacional y la adopción de las Armas y  Colores Nacionales sin indicar  forma ni atributos.  Pero el  25 de noviembre de 1842, el Soberano Congreso General Extraordinario de  la República describe por primera vez nuestros símbolos patrios. El  artículo primero de la Resolución dice: “El Soberano Congreso General  Extraordinario de la República del Paraguay declara solemnemente, manda y  ordena que el pabellón de la República sea el mismo que hasta aquí ha  tenido la Nación, con las variaciones convenientes, esto es, una bandera  compuesta de tres franjas horizontales, colorada, blanca y azul.    
De  un lado, el escudo nacional con una palma y una oliva entrelazadas en  el vértice y abiertas en la superficie, resaltando en el medio de ellas  una estrella. En la orla una inscripción distribuida que dice República  del Paraguay. En el lado opuesto un círculo con la inscripción Paz y  Justicia y en el centro un león en la base del símbolo de la  libertad”.    
   
El artículo tercero dice: “En la misma forma se  declara, manda y ordena que el Sello Nacional sea el mismo usado hasta  aquí y descripto en el artículo primero bajo el jeroglífico de una palma  y oliva, una estrella en el centro y la inscripción orlada de República  del Paraguay...”.    
Queda claro que en esta resolución se habla de dos escudos y no de escudos fusionados o versiones mixtas, afirma Vallejos.    
También  se puede constatar que la forma exterior del escudo de la República es  circular, al igual que el de Hacienda y que la palma y la oliva no son  dos ramas separadas, representando cada una de ellas únicamente una  simbología independiente, sino que ellas conforman una Corona de  Ovación, por estar entrelazadas en el vértice y abiertas en la parte  superior sobre la superficie del escudo. La Corona de Ovación es  netamente una figura heráldica, siendo Insignia Honorífica y de Dignidad  en todo escudo que la ostente.    
La estrella que se encuentra  en medio de esta Corona de Ovación es de cinco puntas, porque si fuera  de más o menos puntas debería haber estado expresamente indicado en el  documento de su institución de conformidad con las leyes heráldicas,  pero solamente dice “una estrella”, sin indicar cuántas puntas tiene.  Trae además una orla, que en esta pieza heráldica el Soberano Congreso  Extraordinario manda colocar la inscripción distribuida del título  nacional: “República del Paraguay”.    
La forma exterior del  escudo de Hacienda es circular, al igual que el de la República y en el  centro de su campo trae un león sin describir en qué posición se  encuentra en el escudo. Observando el dibujo del león que trae el Sello  de Hacienda de 1840 y posteriormente, en la gran mayoría de los dibujos  hechos en sucesión de versiones, al león se lo dibuja sentado y en  contravención con las leyes heráldicas por estar mirando a la siniestra  del escudo y con la cabeza hacia el frente, cuando estas leyes  preceptúan que las figuras de animales se deben poner mirando a la  diestra del escudo, de perfil y en sus posiciones más feroces, nobles o  convenientes a su naturaleza, ya que las siniestras ocupan tal posición  por algún acto difamante y que debe estar expresamente mencionado en el  documento de su institución.    
En el caso del león, debe estar  en actitud amenazante, vigilante, la boca abierta, con dientes, lengua y  garras de las cuatro extremidades visibles, llevando la cola levantada  con borla de pelos en la punta de la misma.    Detrás del león se encuentra una pica en posición vertical cubierta por un gorro frigio republicano, símbolo de la libertad.    En  lo referente a la inscripción “Paz y Justicia” es una divisa que  exterioriza y distingue el modo de vida y regla de conducta con que el  pueblo paraguayo desea vivir, debe ser puesta a la altura del jefe del  escudo (parte superior) que es un lugar destacado y de honor.    
El  20 de junio de 1992 se promulga la Constitución Nacional  actualmente  vigente quedando derogada la Constitución de 1967 y su enmienda del año  1977. Esta Constitución, al igual que la anterior, en la Parte II “Del  Ordenamiento Político de la República” - Título I “De las Declaraciones  Generales” Artículo 139 “De los Símbolos” se ratifica y mantiene en  vigencia los símbolos patrios descriptos en la Resolución del Congreso  Extraordinario del 25 de noviembre de 1842, permitiendo que la ley  reglamente sus características y determine su uso, siempre y cuando ya  no estén establecidas en la Resolución de 1842.
El resto lo hizo  la heráldica que ha dado por resultado  nuestros escudos, tal como los  conocemos hoy, y  que son los más dignos clasificados como “Armas de  Soberanía y Dominio”.
 
¿Qué es la heráldica?
 
 
Es la ciencia del blasón, arte de interpretar y describir los escudos  de armas de linajes, países, municipios, organización o personas.  También se la puede definir como una ciencia auxiliar de la historia que  estudia las formas características, contenidos emblemáticos, la  utilización correcta de esmaltes y metales, la posición adecuada en los  dibujos  y figuras para la descripción de los escudos (blasonado)  utilizando una terminología propia  sujeta a leyes que constituyen una  metodología para describir con precisión un emblema heráldico, sin  necesidad de acudir a otra representación gráfica.
 
 
Es una ciencia muy antigua que surge alrededor de los años 1300 en  Europa con las familias feudales que tenían sus  escudos de armas. 
 
 
En 1823 aparece el Sello de la República empleado por el Dr. José  Gaspar Rodríguez de Francia, usado todavía después de su muerte y hasta  1842, que sirvió como sellos de documentos y papeles de la época, como  así también aparece el Sello de Hacienda en 1840. Sobre el particular no  se ha encontrado ningún decreto o resolución que  describa y respalde  estos sellos encontrados en documentos en el Archivo Nacional de  Asunción.
 
 
1- Los escudos son “Armas Puras” por componer con  los atributos unos blasones con “Alma y Vida”, que resulta cuando se  presenta la divisa y se la expresa simbólicamente. Por ejemplo: la  divisa “Paz y Justicia” con  la oliva y la palma.
 
 
2- La estrella es símbolo de luz, esplendor, favor  divino, esperanza, nacimiento, guía seguro, fortuna, de acciones  sublimes y luminoso futuro. Representa la estrella que iluminó la mañana  de mayo. Su metal, el  oro, es poder y grandeza.
 
 3- El león simboliza bravura, fuerza, grandeza,  soberanía, mando, coraje, vigilancia, magnanimidad, generosidad y valor.  Representa al pueblo paraguayo, vigilante, bravo y dispuesto a defender  su libertad mirando a la diestra del escudo.-