A tempranas horas de este martes una comitiva municipal, acompañado por efectivos de la comisaría local, se constituyó en el lugar y procedió al desalojo. El mismo intendente Luis Fernando González y la mayoría de los concejales estuvieron en el sitio durante el procedimiento.
El predio en cuestión se encuentra en pleno centro de la ciudad, a una cuadra de la ruta 2, al costado de la iglesia parroquial. El inmueble perteneció a la familia de Carlos Lara Bareiro, incluso de niño el laureado artista, músico y cultor capiateño de fama mundial, llegó a vivir con su familia en el lugar. Posteriormente llegó a funcionar en el sitio la primera escuela de niñas de Capiatá y Central, bajo la dirección y el apoyo de los Lara.
Tras su muerte incluso se le cumplió uno de sus últimos deseo y pedidos, y sus cenizas fueron esparcidas en ese predio, donde vivió en su niñez. El amaba su tierra, su terruño Capiatá. "Me gustaría decansar en mi tierra Capiatá" había manifestado en artista.
Sin lugar a dudas el predio tiene un alto contenido histórico y cultural para Capiatá. Incluso podríamos calificar como un lugar sagrado del arte y la cultura capiateña, pues nada más y nada menos que las cenizas del más grande artista capiateño de todos los tiempos están diseminadas en el sitio.
La familia Lara Bareiro había donado el lugar a favor de la Municipalidad de Capiatá con el objetivo que se pueda convertir en un sitio donde se promueva e incentive el arte y la cultura. Sin embargo, pasó más de una década y debido a la desidia, poco interés o incapacidad de auroridades anteriores no se le dio el trámite correspondiente para inscribir el predio a favor de la comuna, asegurar el lugar, y darle utilidad. Esta situación permitió la instalación de los vendedores informales que se multiplicaron con el paso de los años.