Un presunto delincuente ingresó a una casa del barrio Caacupemí de Capiatá donde fue reducido por las víctimas y vecinos cuando estaba hurgando en el fondo de la vivienda, el sábado pasado en horas de la noche. El hombre identificado como Juan Pablo Penayo, de 41 años, contaba con antecedentes penales por homicidio, robo agravado y hurto.
El propietario de la casa escuchó los ladridos de sus perros, luego pidió ayuda a sus familiares y vecinos con quienes finalmente habrán reducido al presunto ladrón. Entonces lo habrían sometido a una serie de golpes con los que aparentemente se propasaron hasta causarle la muerte.
El malviviente fue traslado hasta la Comisaría 59° donde se desvaneció en un calabozo cuando la oficial de guardia buscaba obtener su identidad, en consecuencia, fue derivado hasta el hospital de Capiatá donde se constató su fallecimiento tras sufrir muerte cerebral.
Posteriormente en la Morgue Judicial se confirmaron las lesiones a nivel del cráneo. Penayo habría fallecido por traumatismo de cráneo, de tórax y de abdomen a raíz de las múltiples lesiones que recibió por parte de los vecinos o de la Policía Nacional.
Sin embargo, tampoco se descarta que los golpes pudo haber recibido en la Comisaría 59, lo que fue desmentido por la comisaria de la dependencia policial. Por de pronto ni el propietario de la casa ni los vecinos fueron llamados a declarar ante la Fiscalía, tampoco cuentan con orden de captura.
“El detenido se había desvanecido, cuando voy y lo miro lo encuentro en el suelo. Inmediatamente llamo a la patrullera, luego lo trasladan hasta el hospital, después de media hora el médico de guardia me manifiesta que esta persona tenía muerte cerebral”, expresó la jefa de la Comisaría 59, Rossana Amarilla.-
fuente. lanacion.com.py
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