viernes, febrero 08, 2019

Campanas del templo de Capiatá lloran la partida de Antonio, el amigo de todos

La parroquia y la Comunidad Educativa Virgen de la Candelaria llora la partida de unos de sus hijos más queridos y admirados. Antonio Salcedo, "Noño", "Toño", "Teacher", conocido en el afecto en su inmenso mundo de amistades, partió al reino celestial en la mañana de este viernes. Hombre noble y bueno que dedicó toda su vida a la iglesia católica de Capiatá, al cuidado de los niños y jóvenes de la escuela y colegio. Antonio fue el hombre que igualmente divirtió y entretuvo a generaciones de capiateños con la proyección de películas en cine, cuando la televisión aún era escasa.

Antonio Salcedo falleció en IPS a la edad de 78 años, por problemas de salud que lo aquejaban desde el mes de noviembre.  La comunidad capiateña, especialmente la que tuvo la dicha y la alegría de conocerlo y compartir con el, siente en el alma su aún inesperada partida. 
Antonio cosechó amigos por todos lados en las diversas facetas y etapas de su vida; como capataz del Club 2 de Febrero, como proyector de cine en películas de 135 mm. Sin embargo, en medio de todas estas actividades siempre estuvo al servicio de la iglesia Virgen de la Candelaria de nuestra ciudad. En las últimas décadas dedicó exclusivamente todo su tiempo a la parroquia y la Comunidad Educativa Virgen de la Candelaria.
Antonio por su sencillez, su humildad, su alto espiritu de servicio, por su lealtad consigo mismo y con los demás, pasó a ser todo un personaje. Idolo de los niños, admirado por los jóvenes y respetado y querido por todos.
"Toño" estuvo al sevicio de la iglesia por más de 50 años. "Desde la época del paí Idelfonso Medina ya estuve por la iglesia, luego continué con el paí Sanabria, paí Rachid, paí Aveiro, paí Piter y ahora con el paí Velasco", me había comentado Antonio, tres años atrás cuando en medio de un tereré tuvimos la ocasion de tener una conversación de amigos. 

Antonio hasta su desaparición era uno de los principales campaneros del templo de la Candelaria. Tantas historias y anécdotas acumuladas a través de las décadas desde el campanario de nuestra ciudad. Tantos toques y repiques de campanas para anunciar alegrías y tristezas de nuestro pueblo a lo largo de los años, para anunciar misas, festejos patronales, dobles para despedir a nuestros seres queridos, etc. Hoy esas campanas en interminables repiques lloran su partida.
El paí Velasco con profundo pesar dijo que Antonio era uno de lo autenticamente nuestro. "Hombre de parroquia, de iglesia, de la comunidad. El es de la misma sangre, es algo propio de nuestra situación. Sentimos su partida y estaremos dando todo el apoyo y respaldo a sus familiares", señaló el sacerdote capiateño.
Antonio, cumpliste como padre, ciudadano y amigo. Paz en tu tumba amigo.


A continuación reproducimos un homenaje que le habíamos hecho tres años atrás, tras un dialogo que mantuve con el en los alrededores de la iglesia.


Antonio, un noble personaje capiateño...

Antonio Salcedo, "teacher", como muchos amigos del barrio también lo conocemos, sin lugar a dudas es uno de los buenos capiateños que quedará en la historia positiva de nuestro querido pueblo... lleva más de 50 años sirviendo a la parroquia Virgen de la Candelaria de nuestra ciudad. "Che mita í imi guivé ambopuma vaekue la campana ha ayudá paí kuerape amopotí la tupao", me decía Antonio en uno de lo encuentros que compartimos en los alrededores de la iglesia.

"Desde la época del paí Idelfonso Medina ya estuve por la iglesia, luego continué con el paí Sanabria, paí Rachid, paí Aveiro, paí Piter y ahora con el paí Velasco",recordó.

Antonio hasta hoy día es uno de los principales campaneros del templo de la Candelaria. Tantas historias y anécdotas acumuladas a través de las décadas desde el campanario de nuestra ciudad. Tantos toques y repiques de campanas para anunciar alegrías y tristezas de nuestro pueblo a lo largo de los años, sea para anunciar misas, festejos patronales, dobles para despedir a nuestros seres queridos, etc.

Nuestro amigo también desde hace varios años todos los días ejerce la función de cuidar a los niños de la escuela, haciendo el papel de agente de tránsito para ayudar a nuestros niños a cruzar la calle con seguridad.

Antonio además es la persona que entretuvo y divirtió a generaciones de capiateños en su rol de proyector de películas en 135 milímetros cuando aún la televisión y las buenas películas eran escasas. Inolvidables fueron las jornadas de cine cuando Antonio exhibía sus películas.

El cordial saludo y el homenaje de respeto y admiración a quien va dedicando gran parte de su vida al servicio de nuestra parroquia y que con su noble trabajo y mucha dignidad supo mantener y sacar adelante a toda su familia.
Milciades López Vallejos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por su comentario.