Rezamos a Dios con el padre José Kentenich, fundador de la Obra Internacional de Schoenstatt, por todos los padres de nuestra patria: 
Padre, 
hasta ahora tuve yo el timón en mis manos; 
en el barco de la vida tan a menudo te olvidé; 
me volvía desvalido hacia ti, de vez en cuando, 
para que la barquilla navegara según mis planes. 
¡Concédeme, Padre, por fin la conversión total! 
En Cristo quisiera anunciar al mundo entero: 
el Padre tiene en sus manos el timón, 
aunque yo no sepa el destino ni la ruta. 
Ahora me dejaré conducir ciegamente por ti; 
quiero escoger solo tu voluntad; 
y como tu amor me guarda siempre 
atravieso contigo por las tinieblas y la noche. 
Amen
REDACCION CENTRAL
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