FOTO: Airadas protestas del cuerpo técnico tras las expulsiones en el final del juego.
Esta vez se dio con Capiatá aquello de que técnico que debuta gana. El nuevo cuerpo técnico encabezado por Rolando Cáceres y Ariel Borderone se inauguró dando una paliza a Itauguá.
El auriazul venía de tres sucesivas derrotas, ante Fernando 7 - 6, Piquete Cué 5 - 6 e Ypacaraí 6 - 3. El cuerpo técnico y los jugadores comprendieron que ante Itauguá se jugaba las últimas chances de seguir con vida en las eliminatorias.
Itauguá pagó los platos rotos con la goleada que le propinó Capiatá. El elenco de la Ciudad del Ñandutí fue doblegado de principio a fin por Capiatá. El resultado incluso pudo haber sido más amplio a favor del quinteto auriazul.
El arquero David Aranda, al minuto de juego, abría el marcador con un gran remate de larga distancia. A los 3 y 7´, Victor González colocaba a Capiatá 3 - 0. Roberto Martínez, a los 30 minutos, cerraba el primer tiempo poniendo 4 - 0 a Capiatá.
Dos goles más llegarían en el segundo tiempo. A los 6 minutos, de nuevo Victor González, aumentaba para el local y Leonardo Benítez, sellaría el contundente 6 - 0 a favor de Capiatá. El auriazul no dejó dudas de su gran triunfo ante Itauguá, lo superó por completo.
Con esta victoria renace las chances clasificatorias, aunque el camino aún es muy complicado. Capiatá debería de ganar los cuatro juegos restantes, o al menos tres y empatar uno.
Capiatá recibe el lunes a Fernando, otro juego a ganar, luego tendrá que jugar con Piquete de visitante, de local ante Ypacaraí, y con Itauguá de visitante en la última fecha.
Lo negativo en Capiatá son las reiteradas expulsiones de Victor González y Federico Ocampos. Federico fue expulsado ante Fernando y Piquete, no jugó ante Ypacaraí, y ante Itauguá en su retorno de vuelta fue expulsado. "Fede" un gran jugador pero que no mide sus impulsos y comete reiteradas entradas fuertes y violentas.
Victor González es otro jugador muy importante y goleador de Capiatá que no escapa de situaciones especiales e infantiles que en momentos candentes perjudican las chances de la selección. Contra Ypacaraí provocó su propia expulsión en el momento que más se lo necesitaba, pues Capiatá estaba dos goles abajo del local pero seguía dando una implacable lucha por emparejar las acciones. Ya tenía amarilla, cuando en una actitud totalmente desubicada e inentendible revienta deliberadamente el balón por el público, cuando la pelota no estaba en disputa. La consecuencia fue su expulsión.
Anoche nuevamente vio la roja, cuando el partido ya estaba liquidado y ya terminaba. Aparentemente profirió algunas palabras a los jueces de mesa y el árbitro, en una decisión exagerada también, le muestra la roja. Pero son situaciones que debe cuidar un jugador e intentar ser más profesional y responsable. Debido a esta infantil actitud no estará en el siguiente partido, donde obviamente su concurso iba ser muy importante, pues se trata de otro juego que Capiatá necesita ganar como los demás compromisos que faltan.
Milciades López Vallejos.