El auriazul parece caminar inexorablemente directo al patíbulo. Restan dos partidos y a esta altura solo un milagro lo podrá salvar.
Otra decepción más sufre Capiatá en su estadio. Era un partido de vida o muerte también como los anteriores, pero el de esta tarde - noche ante Nacional lo era aún más, pues se jugaba de local y la necesidad de sumar de a tres era imperiosa tras las sucesivas tres derrotas y la asfixiante situación de estar hundido en el promedio y seguir en zona de descenso.
No se jugó bien. Poca producción de Santiago Salcedo en ofensiva. Tuvo algunas posibilidades que coronó con sucesivas equivocaciones y malas resoluciones. Vergara aportó muy poco y fue cambiado en el segundo tiempo.
Nacional tuvo las más claras en el partido. Victor Samudio fue la figura del partido y se le debe que el equipo no haya sufrido otra derrota. Si fuera otro portero estaba cantada la derrota. Una pena que muy tarde el técnico le dio la confianza.
En el segundo tiempo tuvimos un juego un poco más equilibrado. Capiatá mejoró con el ingreso de Julio Irrazábal y Maicon Fernández. El Negro Paredes tuvo la más clara para Capiatá sobre el final pero falló. Dioniso Pérez tampoco estuvo en su tarde ante Nacional.
El público empujó al equipo sobre el final. Lo fue más por ansiedad, desesperación, quebranto crónico, viendo que el partido se iba sin lograr el resultado esperado. El equipo no pareció jugar conciente y con ese entusiasmo y entrega total teniendo en cuenta la apremiante situación y la cada vez más latente posibilidad del descenso.
El tiempo se termina, quedan Libertad y River. El Gumarelo enfrentará a Capiatá con el objetivo de ganar por que aún tiene chances de campeonar, mientras que River Plate lo hará mirando su clasificación a la Copa Sudamericana, o sea que el panorama pasó de gris a negro para el deportivo..
Capiatá siquiera depende de sí y a estas alturas del campeonato solo un milagro lo podrá salvar de perder la categoría.
Si gana Gral Díaz a Luqueño este martes prácticamente ya se habrá decretado el descenso del deportivo. La otra remota vía de salvación sería si San Lorenzo pierde los dos últimos partidos que le restan.
Milciades López Vallejos