Ni los cambios de técnico tuvieron resultado pues el equipo nunca levantó cabeza. Hasta el amenazado por el descenso Santaní y el descendido Independiente llegaron a la Copa Sudamericana.
Capiatá no consiguió nada, a pesar de que hasta el final los números y las circunstancias le seguián dando chances de lograr un lugar en la copa internacional, pese a su prolongada mala campaña.
Llegar a la sudamericana fue el principal anhelo del auriazul, pero este 2018 le fue esquivo en todo, nada se logró, a pesar de que este año se apostó e invirtió en jugadores reconocidos y de trayectoria.
El 2019 será otro año de oportunidades, pero eso sí, el margen de equivocación tendrá que ser mínimo. La campaña capiateña tendrá que ser de regualar para arriba. Cualquier otra campaña por debajo de lo señalado siginificará la pérdida de categoría, pues el colchón del promedio prácticamente se gastó por completo con esta otra derrota en el cierre del Clausura.
Milciades López Vallejos