Cerro Porteño venció por 2-0 al Deportivo Capiatá en el Erico Galeano. El Ciclón, que jugó más de un tiempo con 10 hombres, logró un triunfo clave con inteligencia y solidaridad para reaccionar en el torneo local.
El entusiasmo de Cerro Porteño generado tras la victoria ante el Corinthians se trasladó al Erico Galeano para visitar al Deportivo Capiatá, por el torneo Apertura. En el plano local, la realidad azulgrana contrasta con la de la Copa Libertadores.
El Ciclón comenzó mejor, tomó la iniciativa y su dominio duró un cuarto de hora con un Sergio Díaz de buen rendimiento. Un cabezazo de Cecilio Domínguez rozó la portería capiateña a los 22’. Luego el cuadro local se despertó.
El Deportivo Capiatá controló el juego y a los 32’ quedó con ventaja numérica tras la expulsión de Fidencio Oviedo. Cerro Porteño se desordenó y fue obligado a retroceder. El elenco dirigido por Félix Darío León fue puro ataque y Antony Silva cortó varios avances.
Al inicio de la complementaria, el conjunto de Barrio buscó proponer el juego pese a estar en inferioridad numérica. A medida que avanzaban los minutos, el Deportivo Capiatá equiparó esta situación. Las imprecisiones fueron una constante en el Ciclón y la falta de profundidad en la del elenco local.
Cerro Porteño lo esperó al rival y con poco incomodó a la defensa capiateña. El dominio del equipo local fue improductivo porque no logró trasladar esto, más la superioridad numérica, al marcador del juego.
La jugada detenida fue la llave para romper la paridad. Marcos Riveros adelantó a Cerro Porteño con un tiro libre que no pudo ser despejado por Roberto Gamarra a los 74’. Los pupilos de César Farías, no manejaron la pelota, pero sí los tiempos. El Ciclón fue un conjunto inteligente y solidario.