Cada vez más padres entregan a sus niños los 'smartphones'. / escanav.com |
La tecnología que brindan los teléfonos inteligentes nos facilitan la vida cotidiana: contactos de trabajo, vínculo con los afectos y el ocio. Pero, ¿qué hacen nuestros niños con los celulares?
Nadie duda de las virtudes y comodidades que los teléfonos celulares, junto a su tecnología móvil, ofrecen en los tiempos que corren. Correos electrónicos, mensajes laborales, vínculos con familiares del exterior vía WhastsApp, fotografías de los amigos en Facebook o noticias de temas que nos conciernen vía Twitter. Todo va y viene a través de nuestros teléfonos.
Pero, desde su lugar, tamaña tecnología llega también a los más pequeños. ¿Qué hacen los niños y adolescentes con sus celulares? ¿Qué consecuencias pueden traer el acceso a contenidos inadecuados? En busca vivir nuevas emociones, muchos niños y preadolescentes recurren a los teléfonos celulares para jugar o comunicarse con sus amigos; situaciones que no siempre pasan por el filtro de los padres.
Según la Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias, ubicada en Valencia, España, los niños que manifiestan una obsesión por los teléfonos celulares “suelen tener estados de tensión o ansiedad si se les aleja de estos aparatos. Se alejan de su entorno familiar y poco a poco se vuelven menos sociables”.
En cuanto a la salud, un estudio del Consejo Nacional de Protección Radiológica de Gran Bretaña (NRPB por sus siglas en inglés) había concluido que los niños menores de ocho años edad nunca deberían usar celulares. En tanto, los niños de nueve a 14 años deben restringir su uso y sustituir parte de las llamadas por el envío de mensajes de texto. El motivo: que “su sistema nervioso no está totalmente desarrollado y la radiación penetra con más fuerza en sus cerebros”.